Haga que cada visita sea especial.
Consejos para visitar a un ser querido ingresado
Planificar las visitas con cuidado puede hacerlas más agradables e impactantes. Hable con el personal de la residencia para saber cuáles son los mejores momentos para visitar a su ser querido en función de su rutina diaria. Las visitas matutinas pueden ir bien para algunos, mientras que otros pueden ser más receptivos por la tarde. Llevar pequeños obsequios, objetos favoritos o incluso fotos puede crear una sensación de conexión y hacer que las visitas sean más personales.
Compartir actividades es una forma estupenda de implicar a su ser querido y pasar tiempo de calidad juntos. Traiga rompecabezas, libros o viejos álbumes de fotos para suscitar recuerdos y conversaciones. Si a tu ser querido le gustan las manualidades, podéis crear algo juntos. Los adornos de temporada para su habitación o los objetos que le recuerden a su hogar también pueden reconfortarle y alegrarle. Adaptar las actividades a sus intereses ayuda a que la visita tenga sentido y mantiene su mente activa.
Actividades para compartir
Comunicarse con amor
Cuando les visites, esfuérzate por comunicarte de forma positiva y empática. Comparta historias, pregúnteles por su día y céntrese en temas edificantes. Si tiene dificultades para hablar o recordar, sea paciente y déjele guiar la conversación. Incluso la comunicación no verbal -como cogerle la mano o mantener el contacto visual- puede tranquilizarle y estrechar su vínculo.
Respetar sus necesidades y límites
El estado físico o emocional de su ser querido puede cambiar de un día para otro, por lo que es esencial ser flexible. Si parece cansado o indispuesto, la visita debe ser breve y reconfortante. Respete sus preferencias: si quiere hablar, sentarse en silencio o participar en actividades. Deja que sean ellos quienes marquen la pauta y no te tomes como algo personal si parecen distantes o reservados.
Su participación en el cuidado de su ser querido va más allá de las visitas: es una parte esencial de su bienestar. Desempeñe un papel activo asistiendo a las reuniones del plan de cuidados, donde podrá hacer preguntas y compartir actualizaciones importantes. Participe en los eventos y actividades del centro para establecer una buena relación con el personal y con su ser querido. La comunicación periódica con los cuidadores garantiza que se satisfagan las necesidades de su ser querido y que se atienda con prontitud cualquier inquietud. No se limite a ser un mero visitante: sea un defensor. Su presencia y apoyo constantes marcan una diferencia significativa en la calidad de los cuidados que recibe su ser querido. Manténgase conectado, informado y haga que su experiencia sea lo más cómoda y satisfactoria posible.
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